Santa María del Águila Coronada
Cuenta la leyenda que, tras la conquista de Alcalá por San Fernando en 1246, mucha gente observaba como un águila cada día sobrevolaba las murallas del Castillo y finalmente se posaba en una pequeña cueva. Pronto decidieron acudir, y hallaron la imagen de nuestra Virgen, encomendando la villa a la misma.
Lo cierto es que el rey Fernando III habitó el Castillo de Alcalá entre 1246 y 1248 ocupándose de su reconstrucción, de la cristianización de la mezquita mayor y de la erección de la primera iglesia alcalareña consagrándola como era habitual a Santa María. Según consta en el Archivo del Palacio Arzobispal, en visita pastoral efectuada en febrero de 1617 se vincula el nombre de “Águila” con la segunda esposa del rey San Fernando, Doña Juana de Pointhieu, devota de San Juan Evangelista, cuyo símbolo es un águila. Redacta el visitador en 1617 que «…el retablo del altar mayor es antiguo, de buenas pinturas y dorado, tiene en medio una imagen de Nuestra Señora con quien tienen aquí particular devoción. Llámanla del Águila».
Desde entonces, la devoción se hizo extensiva a la población, siendo ésta la que se encargaba del mantenimiento del Culto, la Procesión y la Novena. No será hasta el año de 1891 cuando se funde la Hermandad en torno a la devoción de la Virgen del Águila.
Entre los hechos más destacables está la restauración del Santuario, dirigida por José Gestoso. Los sucesos de la Guerra Civil supusieron la destrucción total del Santuario, como de la talla de la Virgen. La nueva imagen (1937) es obra de Antonio Illanes; el Santuario se reconstruyó con materiales precarios de forma muy rápida en 1941, hecho que va a provocar su ruina y la posterior reconstrucción del mismo desde 1964.
La salida procesional es el día 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.
La Hermandad procesiona también la imagen de San Mateo en la Eucarística del Corpus Christi.
Podemos decir que la iconografía es la Santísima Virgen María vestida de reina, a la moda del siglo XVI, portando al Niño Jesús entre sus manos. La imagen porta corona y ráfaga, y el Niño lleva potencias.
San Mateo aparece representado como Apóstol y Evangelista, de pie, vestido con túnica y manto, portando en sus manos la pluma y el libro de su evangelio, siendo su autor Manuel Pineda Calderón en 1944.