– Jueves Eucarísticos
La adoración al Santísimo es común en la Iglesia desde sus primeros inicios, se
trata de una manera de compartir el amor que los hombres tenemos a Dios, y
percibir el amor que Dios tiene a los hombres.
¿Cuál es el origen de la adoración al Santísimo Sacramento?
En los primeros tiempos del catolicismo, se conservaba la Eucaristía de manera
privada, para entregar a los enfermos, presos y ausentes. Esto ocurría, como
decimos, de manera privada, debido a la persecución que sufrían los cristianos.
Sería en el año 400 d.C. cuando las constituciones apostólicas indicarían que,
luego de la comunión, se reservaran en lo que hoy vendrían a ser los Sagrarios.
En el siglo VI, con el Sínodo de Verdún, comenzarían a conservarse en un lugar
más eminente y junto a una lámpara permanentemente encendida, como ocurre
hoy día para señalarnos la presencia del Señor en el Sagrario.
El título de este apartado habla de «inicios previos a la adoración», porque en los
primeros momentos la reserva de las especies sagradas respondía al fin de la
comunión… aún no al culto de la presencia de Cristo en la Eucaristía.
Recién a partir del s. IX comienza la adoración fuera de la misa y avanza la
devoción a la Eucaristía. Y fue con el Papa Urbano IV (1264) que comenzó a
honrarse al Santísimo Sacramento en la celebración del Corpus Christi.
Finalmente, la adoración al Santísimo más similar a lo que conocemos hoy día
tuvo lugar desde el siglo XVII.
– Durante la exposición habrá una escuela de oración y posibilidad de confesión.