Parroquia de Santiago el Mayor

Las Hermanas Pobres de Santa Clara, conocidas popularmente como clarisas, pertenecen a la Segunda Orden de San Francisco fundada por éste y Santa Clara de Asís en el 1212.Esto tuvo lugar tres años después de que el poverello se estableciera en la iglesia de la Porciúncula de su localidad natal. La denominación inicial de Hermanas Menores fue sustituida, según le gustaba a San Francisco, por el de Damas Pobres.

A la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira llegaron en 1597, siendo la fundadora Doña Francisca Gallegos de Ledesma. El convento, que había sido reedificado en el siglo XVIII, sufrió la inestabilidad social y el anticlericalismo de la cuarta década del siglo XX y en 1936 fue prácticamente destruido. La comunidad se alojó varios años en casas particulares y en las clarisas de Sevilla hasta poder regresar a su destrozado convento en 1941, iniciándose su reconstrucción. De él se mantiene la antigua estructura del edificio, la iglesia de una sola nave presidida por un retablo procedente del Hospital de las Cinco Llagas y el claustro que conserva parte de sus arcadas.

La tradición repostera de las clarisas encuentra un lugar destacado en este convento de Alcalá de Guadaira. Este municipio, reconocido en toda la provincia por la producción de pan de gran calidad que sigue en la actualidad, encuentra su culmen en las especialidades que elaboran las hermanas clarisas. En la Exposición de Dulces Conventuales que se celebra cada año a primeros de diciembre en Sevilla, sus elaboraciones son especialmente apreciadas. Tanto es así que ha habido años en los que no han acudido por no poder atender tan elevada demanda. Aunque la principal misión de las monjas no consiste en hacer dulces o bordar mantos, sino la oración contemplativa, la periodista Gloria Gamito, experta en informaciones relativas a monasterios y conventos de clausura y de quien tanto he aprendido, afirma que el obrador de las clarisas de Alcalá de Guadaira es comparable al de una confitería de categoría, con la oferta de unas cincuenta especialidades, siendo los suspiros y gañotes los más antiguos.

A través del torno y clubes gourmet, se pueden adquirir distintas variedades de pastas, palmeras de huevo y chocolate, bizcochos rellenos, tejas de almendra, mazapanes, bizcochadas y otras especialidades por encargo, como merengues y roscos de reyes. También hacen empanadas de chorizo o atún y, en Semana Santa, torrijas, pestiños y rosas. Las clarisas de Alcalá de Guadaira nos ofrecen sus oraciones a la vez que nos endulzan la vida.